BASILEA III Es un acuerdo entre los bancos centrales y los supervisores, auspiciado por el Banco de Pagos Internacionales (BPI). Que tras una larga serie de reuniones internacionales, establece una nueva regulación internacional que afecta de forma directa al capital y liquidez de entidades financieras.
En teoría lo que se intenta es que no pase de nuevo lo que está pasando con la actual crisis, cubriendo lagunas de la anterior regulación, mediante:
- Una mejora considerable de la calidad del capital bancario;
- Elevar de forma significativa del nivel exigido de capital;
- Limitar el apalancamiento
- Reducir el riesgo sistémico;
- Conceder suficiente tiempo para una transición suave hacia el nuevo régimen.
Cumpliendo estos principios se recomienda a los bancos incrementar su capital de Nivel 1 de 4% a 6%, incluyendo un incremento del capital ordinario de 2% a 4,5%. Las normas también exigen un colchón de conservación del capital de 2,5% para hacer frente a periodos de tensión financiera y económica. Adicionalmente, se requiere un colchón contracíclico que oscilará entre 0% y 2,5% del capital ordinario, capaz de asumir pérdidas, el mismo que quedará a discreción del regulador.
El marco de Basilea III también introduce la aplicación gradual de requerimientos mínimos de liquidez adicionales a los de capital. Establece dos requisitos: el ratio de financiamiento neto estable que cubre la liquidez a 12 meses, mientras que el ratio de cobertura de liquidez obliga a los bancos a tener suficientes activos líquidos para afrontar pasivos a corto plazo no mayores a 30 días. Finalmente, Basilea III está considerando el uso de un coeficiente de apalancamiento mínimo del 3%, a ser puesto en vigor paulatinamente entre enero del 2013 y diciembre del 2018.
Cabe destacar que en la mayoría de países de latino América no pasó esto ya que desde hace mucho tiempo cuentan con un sistema más restrictivo con niveles de capital que oscilan entre el 11% y el 14% de los activos ponderados por riesgo, y una política muy conservadora, y además un sistema de control muy activo.
Sería interesante mencionar que Basilea III es una pieza clave, pero no la única, del programa mucho más amplio coordinado por el Consejo de Estabilidad Financiera, para construir un sistema financiero más seguro y resistente a tensiones, que eviten otra crisis bancaria como la que aún estamos viviendo.
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